Esto permitirá solucionar el problema de los puntos ciegos de control y a los que las aves reales no acceden, reforzando el plan integral que le presentamos al cliente”.
Si bien la idea de utilizar aves robots no es pionera a nivel mundial, la empresa - gracias a la adjudicación de 20.000 soles (US$5.200) del fondo InnovaT – está desarrollando, en conjunto con la Universidad Católica de Perú, un prototipo de halcón. “Nuestro robot está inspirado en el halcón peregrino, que es un animal que tiene un alto índice de efectividad en sus capturas. Hemos logrado estudiar su diseño y movimiento para que este halcón robot sea mucho más disuasivo que los existentes hoy en el mercado”, explica De La Torre. El proyecto busca crear una máquina lo más parecida posible al halcón peregrino, cuya inteligencia artificial le permitirá imitar su comportamiento y movimientos. “La cetrería de tantos años y el tener algunos ejemplares muertos, nos ha permitido conocer muy bien el ave y crear este robot muy cercano al natural”, agrega. Una de las principales innovaciones que tiene este prototipo y que lo diferencia de los que ya existen en el mercado europeo, es que tendrá autonomía de vuelo y podrá programarse desde el computador o un teléfono celular. “Esto permitirá solucionar el problema de los puntos ciegos de control, a los que las aves reales no acceden, reforzando el plan integral que le presentamos al cliente”. Si bien abril de 2023 es la fecha en la que verá la luz este primer halcón robot peruano, durante estos meses, la Universidad y Biocontrol Aviar siguen programando y probando algunas de las funciones que tendrá este prototipo, para poder lanzarlo luego al mercado. Respecto a los tiempos que la empresa maneja, en 2024 esperan tener los primeros stocks a disposición. Junto con ser una innovación y una mejora para la industria, el sentido de crear un halcón robot viene de la mano con una conciencia ecosistémica. “Con esto buscamos evitar que se sigan extrayendo aves de la naturaleza, que mantienen un control y equilibrio entre los depredadores. Es por eso que parte de las utilidades las vamos a destinar a fundaciones que se dediquen a la protección aviar, para que nuestros clientes también cuenten con un documento que certifique la trazabilidad que hay detrás de sus procesos productivos”, concluye.
La idea comenzó a hacerse cada vez más nítida al sumarse una nueva problemática: solo se puede trabajar con aves rapaces compradas de criadero, y en Perú existe solo uno con capacidad de venta, El Guaico. “Si bien nuestro mercado ha crecido muchísimo en estos 23 años y hay más de 20 empresas importantes que se dedican a lo mismo que nosotros, se ha producido una sobredemanda y este criadero no da abasto, lo que fomenta de manera considerable la existencia del mercado ilegal. Son muchas las aves que se están extrayendo de la naturaleza para cubrir la demanda y no perder clientes”, comenta De La Torre.
LA AUTOMATIZACIÓN ENTRA A LA CANCHA
Bajo este escenario, la idea de complementar el trabajo del halcón vivo con alguna herramienta tecnológica comenzó a tomar forma. La tendencia mundial lleva a las industrias a certificarse a través de las diferentes normas ISO y uno de los puntos más sensibles es el medioambiental. “Nuestro nicho son las grandes empresas que buscan la certificación, pero con cero impacto ambiental. Durante muchos años han cultivado en Perú diferentes productos que son atractivos para las aves, sin haber hecho antes un estudio de impacto y la bonanza de la producción alimenticia generó una densidad poblacional de aves frutícolas fuera de control”, agrega.
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